Jornada 25 de Noviembre
Un año más estamos donde no quisiéramos estar, alzando nuestra voz en las calles para gritar por aquellas que ya no la tienen. Para gritar por aquellas mujeres que han sido asesinadas y sometidas por el mero hecho de ser mujer. En lo que llevamos de año son 37 las víctimas mortales, 1070 desde el año 2003 que comenzaron a tomarse datos. Son mujeres que no pierden sus vidas, que no son halladas muertas, son mujeres asesinadas a manos de sus parejas o ex parejas. Y son muchas más las que también sufren y sufrimos esta violencia que nos discrimina, somete y asesina. En la macroencuesta de violencia contra la mujer del año 2019 se señala que en España: 1 de cada 2 mujeres han sufrido violencia por ser mujer en el último año. El 38´2% de las mujeres han sufrido una violación fuera de la pareja y en un 99´6% de las ocasiones el agresor de la violencia sexual ha sido un hombre.Además, son un total de 1.678.959 los menores que viven en un hogar donde existe una situación de violencia de género.
La violencia machista asola nuestra sociedad y sólo en nuestras manos, en las de todos y todas, está la palanca que inicie el motor de cambio a una igualdad real y efectiva.
Queremos lanzar un mensaje de tolerancia cero a cualquier tipo de violencia hacia las mujeres. Nosotras no somos ningún colectivo, somos más de la mitad de la población mundial y estamos hartas, cansadas y rabiosas de ser el blanco del patriarcado.Hartas, cansadas y rabiosas de que nos maten, nos humillen, nos mutilen, nos sometan y controlen a través de nuestro cuerpo. Que nos cosifiquen y nos vean como meras vasijas y agujeros que rellenar. La violencia machista va mucho más allá de las muertes que vemos en los medios de comunicación. Esta violencia abraza y recoge todos los sometimientos que sufrimos las mujeres por nuestro sexo, como los acosos, las amenazas, las vejaciones, los techos de cristal, la división sexual en el trabajo, la explotación de los vientres de alquiler…Esto, incluye por supuesto, la prostitución; No puede hablarse de trabajo sexual en ningún momento puesto que no se puede catalogar una forma de violencia como trabajo. En un trabajo vendemos a nuestro empleador nuestra fuerza de trabajo y nuestro tiempo, en la prostitución es nuestro propio cuerpo el que se vende. Y la compra venta de personas nunca debe ser algo legal ni aceptado por una sociedad que se dice avanzada.
No podemos ni debemos olvidar que esta situación provocada por el Covid-19 ha empeorado también las circunstancias de las mujeres víctima de violencia de género, así como de sus hijos e hijas que se han visto confinadas con sus maltratadores, dificultando aún más su salida de la situación de violencia. Con ellas están también nuestros gritos de lucha y escucha: NO ESTÁS SOLA.
Se debe poner un especial énfasis de protección hacia las niñas, que sufren un índice de vulnerabilidad más alto para ser víctimas de este tipo de violencia. No olvidemos, por ejemplo, que se siguen realizando ablaciones, tanto en nuestro país como en otros muchos lugares.
Es nuestro deber, el de la sociedad en general, garantizar una igualdad entre sexos que erradique la violencia hacia las mujeres. Enseñar a los más jóvenes que sólo a través de la igualdad efectiva y real podemos hablar de una sociedad digna.
Por todo ello, queremos romper con la violencia machista y gritamos:
- Rompe con los asesinatos que día tras días se llevan a alguna compañera.
- Rompe con los anuncios machistas que utilizan y cosifican nuestro cuerpo.
- Rompe con las descalificaciones e infravaloraciones.
- Rompe con las violaciones y las agresiones sexuales.
- Rompe con las pensiones injustas.
- Rompe con las mutilaciones, secuestros y aberraciones con nuestro cuerpo.
- Rompe con la comprade nuestros cuerpos para violarlos.
- Rompe con la falta de coeducación que somete a las niñas y las infravalora.
- Rompe con los piropos que violentan e invaden.
- Rompe con las intimidaciones en la calle.
- Rompe con los roces disimulados en el transporte público.
- Rompe con no compartir los cuidados y las tareas domésticas.
- Rompe con la brecha salarial.
- Rompe con el maltrato psicológico.
- Rompe con la compra de nuestro útero.
- Rompe con las agresiones homófobas a las mujeres.
- Rompe con partidos políticos que niegan la existencia de la violencia de género.
- Rompe con las políticas de recortes en igualdad.
- Rompe con la sociedad patriarcal que oprime y mata a sus mujeres.
- Rompe con el machismo que no nos deja ser completamente libres.
El feminismo es interseccional. Las mujeres somos rurales, negras, asiáticas, caucásicas, lesbianas, ricas, pobres, con estudios y sin ellos, somos mujeres con discapacidad, mujeres con enfermedad mental, somos bisexuales, heterosexuales, urbanas, latinas, migrantes…Las mujeres somos todas y cada una de nosotras, y hasta que todas no seamos totalmente libres, ninguna lo seremos.
Por todo ello, desde el Consejo Sectorial de Mujer e Igualdad alzamos nuestra voz:
“Rompe con lasViolenciasMachistas”